Tras finalizar el Grado en Periodismo en la gran Universidad Miguel Hernández de Elche (ahí, sintiendo los colores) allá por 2020, me di de bruces con la realidad a la que toda mi promoción se vería enfrentada tarde o temprano: la salida a un mundo laboral con escasas, muy escasas posibilidades (al menos, es así como lo veía entonces después de incontables intentos de encontrar trabajo). Porque no, con un título universitario no bastaba. No tardé mucho en darme cuenta de que en mi “bolsillo vital” no solo debía portar títulos y diplomas, también debía disponer de esquivas cualidades para mi persona como años experiencia en anteriores trabajos similares a los que postulaba o formaciones mucho más especificas que las que había adquirido en la carrera (y, qué narices, en toda mi vida). Ante la desesperación, comencé a preguntar a compañeros para ver cómo les iba la cruenta búsqueda y resultó que cierto número de afortunados había conseguido encontrar empleo en un sector de la comunicación que había pasado por alto: la bendita publicidad. Mi concepción de la publicidad, el marketing o la comunicación en sí misma ha cambiado drásticamente desde entonces. No obstante, es cierto que sí que me sentí animado al saber que podría dedicarme a algo que tuviera que ver con mi vida académica, así que me puse a investigar. Al poco ya me había “finiquitado” un par de cursos realmente básicos en Comunicación Digital y había desarrollado una web con WordPress, así como redactado extensos textos para la página web de ciertas empresas de conocidos manchegos (mis primeros tonteos con los medios online, el departamento que hoy me acoge y aguanta en Grupo Cyma). Pero no fue hasta que me inscribí en el Máster en Comunicación Digital de la Escuela de Negocios de Alicante, Fundesem, que no terminé de ver la luz al final del túnel. Y es que sí, por fin, después de meses de sudor, lágrimas y cero cotizaciones, conseguí un contrato de prácticas en una agencia de publicidad gracias a los vínculos de esta con el máster que cursaba. Sí: Cyma Comunicación y Marketing. Y… sí, amigos, aquí es donde quería llegar. Este es el momento en el que un servidor empezó a aprender de verdad. Y ojo, no solo hablo de las distintas disciplinas de la comunicación que tuve que cultivar y perfeccionar, como la redacción de textos publicitarios, planificación de campañas en Meta y Google, el uso y desuso de dos millones de herramientas de newsletters o el dominio de mi hoy gran amigo Elementor; también descubrí lo que era trabajar con un equipo interdisciplinar en el que las grandes ideas y la creatividad estaban a la orden del día. En fin, cositas que no se aprenden preparando exámenes. Es en este punto en el que conocí las infinitas posibilidades académicas y laborales que puede llegar a ofrecer trabajar en una agencia de publicidad, todavía más en una como Grupo Cyma. Desde hace dos años, en la agencia tenemos la inmensa suerte de acoger becarios de ciclos formativos, estudiantes de grados y otros centros. Los chavales no hacen más que recordarnos lo que yo aprendí a base de palos en su día: que los centros académicos no te ofrecen el aprendizaje real o la orientación formativa del eficiente modo en el que una agencia de publicidad lo hace. Pura verdad. Ojo a esto: Salidas profesionales y académicas después de tu paso por una agencia de publicidad Medios Online Hacemos de todo, honestamente. En este departamento te vas a formar (y especializar, si entras en sintonía con alguna rama concreta del departamento) en redacción publicitaria, ya sea a través de elaboración de copys, textos para webs y newsletter o mensajes publicitarios para campañas; en la planificación de campañas online y todo lo que deriva de ello, como analítica, generación de campañas en todas las plataformas online (Meta, Google, TikTok, Programática…), gestión de datos y etiquetado; en desarrollo web (aquí tienes para dos vidas), que abarca desde programación con CSS, HTML y todo lo que te quieras aventurar en ese mundo, también SEO, WordPress, Ecommerce con Woocommerce, Shopify, Prestashop, etc.; y en mucho, muuuucho más. No se pueden obviar las derivas profesionales que tiene esta rama de la comunicación en auge: community manager, gestor de campañas, especialista en SEO, SEM, Ecommerce y una larga lista a cada cual más especifica. A mí, personalmente, me fascina la elaboración de textos de carácter publicitario tanto para redes sociales como para web o derivados, también me vicia mucho la maquetación de páginas webs y landing pages con WordPress y herramientas tan útiles como Elementor o Divi. Tal vez desarrolle esto más en otra entrada. —>Formaciones: curso o máster en marketing digital, SEO y SEM, analítica web y big data, redes sociales y community management, e-commerce, content marketing y storytelling, copywriting, diseño web o publicidad programática. —>Salidas profesionales: especialista en marketing digital, community manager, social media o SEO manager, analista de datos digitales, content o e-commerce Manager, copywriter digital, especialista en publicidad programática o digital PR, entre otras. Diseño y creatividad Todos en Grupo Cyma vemos a este gran equipo con la admiración que merece. Esta cuna de las ideas y diseños que comunicamos a través de distintos canales desde los diferentes departamentos de la empresa es sin lugar a dudas el pilar de la agencia. Pasa un par de meses con estos locuelos y termina dominando las herramientas más importantes de la rama: Adobe Ilustrator, Photoshop, Indesign, After Effects… entre otros. Además, también conocerás de primera mano cómo es el proceso de ideación, creación y conceptualización de una campaña publicitaria desde sus cimientos o el trabajo interdepartamental que este sistema de producción conlleva. Y no te quedarás solo en eso. Claro que no. Una de las partes más importantes del departamento es la aplicación de estas creatividades en diferentes formatos: web, cartelería, autobuses, publicaciones en medios offline y online… Vamos, que lo más seguro es que termines especializándote en alguna labor o estudio concreto del diseño.