Hooks para dominar el scroll
La gran mayoría de consumidores de redes sociales ha dejado de leer para escanear a toda velocidad. En este sentido, el creador de contenido o marca que gana más atención hoy es el que consigue abrir su publicación con intención, ofrecer una promesa de valor real y cerrar sin rodeos. A ese golpe de inicio, que llamamos hook (gancho en inglés), lo definimos como esa pequeña chispa que incendia rápidamente tu atención y, en consecuencia, detiene momentáneamente el pulgar. En la entrada de hoy, vamos a estudiarlo en detalle. ¿Qué es un buen hook? Un buen hook genera una promesa concreta. Destaca el “punto de dolor” del usuario mientras le ofrece una salida creíble. Una tensión creada en los primeros tres o cinco segundos que aporta pruebas con un dato, una mini demostración, un antes y después o la voz de alguien que sabe. Además, si a esto sumamos que la imagen inicial rompa la monotonía del feed, tenemos como resultado un usuario que entiende al instante qué va a ganar si continúa consumiendo el contenido. Vale, pero ¿cómo se hace? Empieza por una promesa (mágico, ¿no?) y redúcela a una línea/frase con verbo fuerte que llame la atención del usuario (por ejemplo: gana, evita, acelera, convierte…) mientras juegas con el contraste visual del primer plano como con tipografías grandes, fondos simples, objetos inesperados o encuadres poco habituales. ¡Y ojo! Llega rápido a la demostración. Evita introducciones con logotipos o entradillas. Por último, cierra con un siguiente paso práctico: guardar el clip, comentar un caso, visitar una guía, descargar una plantilla. Sin ambigüedades y directo al grano. De nada, ¿¡eh!? ¡Atención al formato! En cuanto al texto, el arranque manda. Frases cortas, beneficios claros y tono directo. Por ejemplo: “La forma más rápida de ahorrar energía sin moverte del sitio” funciona porque habla de una meta y elimina obstáculos. En vídeos cortos, mostrar el resultado primero rinde mejor que cualquier discurso contextual inicial. Pon “Después” en los dos primeros segundos y luego los pasos mínimos para lograrlo. Por otro lado, el ya clásico reto a contracorriente también engancha: “Probamos X sin Y.” En carrusel, la portada decide el CTR. Usa títulos con cifra o beneficio, alto contraste y promesa específica. La segunda diapositiva debería resolver la curiosidad creada en la portada, mientras que el cierre invita a una acción concreta, no a una intención vaga. ¡Extra! En B2B y LinkedIn, el aprendizaje accionable pesa más que el espectáculo. Te lo expongo: primera línea contundente, salto de línea y mini caso con impacto real. Cierra con una pregunta útil que abra conversación sin sonar a encuesta. Bien, bien. ¿Cómo sabemos si funciona? Toma nota: La retención de 1 y 3 segundos revela si el primer frame engancha; la retención al 25 y 50 por ciento te asegura un guión sólido; la duración media de visualizaciones ofrece una lectura del ritmo y, en carruseles, la combinación portada y segunda diapositiva define por completo el CTR. Guardados y revisualizaciones señalan el valor práctico del contenido. Lo demás suele ser un adorno. Por último, te dejo un checklist rápido antes de publicar. De nada. La promesa (sí, la mágica) debe caber en una línea, el primer frame sorprender con lógica, la demo o el resultado deberán aparecer antes del segundo cinco y se debe entender sin sonido (usa subtítulos, muchacho). Bueno, de momento eso es todo por hoy. Visita con frecuencia nuestra web para ponerte al día sobre más temas de intensa actualidad comunicativa. ¡Hasta la próxima!
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